lunes, 26 de septiembre de 2011

EL RELOJ


EL RELOJ
Tengo un reloj. Es una de las pocas cosas que tengo. No me tengo a mi mismo,/
no soy mi dueño. Y dicen que las cosas de los siervos no son suyas, sino de / los
amos. L Todo es de los amos. Los amos son como cuentan que es Dios: señores /
de todas las cosas. Y los siervos son / como cosas... animadas.

Pero no voy a hablaros de un tema del que nos habla la vida todos los días. Voy a
hablaras de "mi reloj”. Si me dejan, claro.
Mi reloj de pulsera es redondo y grande. de un modelo quizás un poco antiguo. Es
de. fabricación extranjera. como casi todo. Unos números sobre fondo azul rodean
la esfera por el exterior y hacen de segundero. Los números interiores -de las
horas- son clásicos. grandes y severos. Dos agujas cuadradas y una tercera larga
y afilada. En el centro. sobre un fondo de luto descolorido se pueden leer,
poniendo un poco de buena voluntad. algunas
palabras en inglés. como en todos 10s relojes. Y por último. tiene un pequeño
calendario en la parte derecha. con dos doses Veintidós. Un veintidós que deja
asomar a un veintitrés tímido. lento. que pugna por salir si el tiempo no impide o la
mecánica. o 1a mano brusca del hombre.
Pero os preguntareis por qué os hablo de mi reloj. ¡si es como todos! No es de oro.
como el de los ricos. y ni siquiera tiene muchos rubíes. Pero para mí tiene mucho
valor.
Hay más motivos para que vosotros. los que no le queréis lo consideréis no solo un
aparato normal y vulgar, sino también para que le insultéis llamándole viejo e inútil.
Mi reloj tiene la correa - rota. Inservible para la función que tenía que desempeñar. I
Un viejo reloj de
...1.. .
,pulsera que ya no puede sujetarse a mi muñeca! En realidad, fue sustituido en mis
muñecas por otro tipo de ataduras que no acarician como la correa, sino/ que se
hunden en la carne, inexorables, queriendo alcanzar los huesos. ¡las esposas!
Y, para colmo, mi reloj, está parado. Sí, sí, está parado. Me llamareis loco. ¿Para
qué quiere este tío conservar un reloj en esas condiciones?, os preguntareis.
Parado, las dos agujas grandes, cuadradas están fijas, insensibles al paso del
tiempo. Forman un ángulo obtuso, pero abierto. Parecen señalar algo, ¿o quizás
acusar? De lo que sí estoy seguro es de que dicen muchas cosas.
Para mi reloj son siempre las diez y cuarto pasadas. Una de las agujas casi cubre el
calendario. Ese calendario en el que permanece el número 22 quieto, invariable.
M! reloj se obstina en marcar las diez y cuarto de la noche del día 22. Quiere
callarse el mes, es su secreto. Pero él y yo sabemos que se refiere al mes de julio.
Es terco como las piedras, como las cosas muertas. Pero al mismo tiempo es
suave, es leve, se deja llevar y me acompaña como el mejor amigo. No en vano es
regalo de mi compañera que hoy ya no me puede regalar nada desde la cárcel de
Yeserías aparte de su amor.
.. . /. . .
Algo o alguien ha impedido que mi reloj siguiese con su monótona melodía -tic,tac,
tic,tac,- Y sus agujas, que giraban como las aspas de un molino de viento, han sido
"detenidas" en seco, enredadas en una telaraña acerada, invisible. Ese alguien o
algo, no es el tiempo, porque el tiempo sigue, corre, avanza implacable para el
que espera. ¡Me dijeron que hoy es ya 1°de septiembre . Tampoco ha tenido un
fallo mecánico. El mecanismo de mi reloj no me hubiera privado voluntariamente de
su musiquilla. alegre y sempiterna. en estas / circunstancias. ¡Ha sido--1á mano
brusca del hombre la que me ha dejado sin un / buen amigo!
En el anochecer del 22 de julio, mi reloj que me acompañaba como siempre, fue
arrojado conmigo sobre el duro asfalto de la calle Barceló y, también como yo, fue
golpeado y pisoteado. Y mi reloj se paró.
¿Se habrá parado por el golpe? ¿Se habrá parado como protesta? Quizás algún día
/ cuando yo desaparezca y él salga a la / calle y sea un poco más libre, comience a
andar con lentitud acostumbrada, ciñendo la muñeca de un nuevo compañero. Pero
mientras, mi reloj está muerto. ¡Lo han matado.
Dicen que el corazón humano, , también es un reloj. Un gran reloj rojo.
Mi corazón -y el tuyo- media o se oprime según nuestro estado de animo. Mi
corazón también suena como un viejo reloj. Hace tic,-tac,. A veces, me parecen
golpecitos suaves; otras, fuertes e impotentes llamadas de auxilio, gritos inútiles de
un naufrago desgarrando el silencio del océano. Con frecuencia, en la soledad de la
celda, me detengo a escuchar su sonido, Cuando sucede esto, suelo reaccionar
con energía y enfado pensando que su monótono ruido altera la paz de las cosas
que me rodean. Entonces con los dientes apretados, mentalmente, le pido a mi
coraz6n que se calle, que me deje dormir de una
vez como duerme el suelo que yo piso, como duerme el hierro que sirve de reja a
mi ventana. Pero él no se calla, no me deja, como el perro fiel al que le pegas y,
pese a todo, campa tras tus pasos protegiéndote.
Hoy es 8 de septiembre. Mi corazón, aunque quisiera acompañarme siempre,
dejará de hacerlo cualquier día de este mes de septiembre, de este septiembre frío,
ya casi otoñal. Sus rítmicos y acompasados latidos no turbarán el si1enclo tras su
última explosión de dolor y dicha. Cuando 11egue ese momento, mi corazón estará
ensanchado, crecido por la satisfacción de
. . . / . . .
.../...
haber contribuido a que todos los demás corazones canten su música sin molestar
se los unos por los otros, con 1ibertad.
Mi corazón, como mi reloj, se habrá parado de una manera violenta. Alguien lo ha
parado. Ha sido la mano de un hombre negro, gemelo de Hitler y MussoIini; ha sido
la misma mano que frenó en seco contra el asfalto las manecillas de mi viejo reloj
de pulsera. Un
hombre negro, un monstruo satánico y anacrónico que lo destroza todo, que rompe
una tras otra las cuerdas de todos los relojes del pueblo. Un hombre inhumano al
que llamarán fascismo.
J.H. BAENA ALONSO (DANIEL)
Cárcel de Carabanchel, Septiembre 1.975
Desde este espacio, mi pequeño homenaje a los cinco últimos represaliados por la dictadura franquista. Es un deber moral recordarlos, no olvidar la historia, ni silenciar sus voces. Aún hoy quedan miles de historias por conocer, vidas sesgadas por un régimen que goza de impunidad y del que parece que muchos tienen memoria selectiva.

Desde aquí me uno a la petición de sus familias porque de una vez se cuente la verdadera historia, de que se cambie por fin de los archivos policiales las fichas que aún dicen: asesinos por ASESINADOS.
1. El 27 de septiembre de 1975 cinco antifascistas eran fusilados en distintos lugares del estado. En Hoyo de Manzanares (Madrid), los militantes del PCE (m-l) y del FRAP: Xosé Humberto Baena, José Luís Sánchez-Bravo Solla y Ramón García Sanz. En Cerdanyola del Vallès (Barcelona), el militante de ETA: Juan Paredes “Txiki”. Y en el Penal de Villalón (Burgos), el también militante de ETA: Ángel Otaegi.

2. Las sentencias se dictaron en consejos de guerra sumarísimos, sin pruebas, sin garantías judiciales, con expulsión de abogados, sin tener en cuenta las torturas a que fueron sometidos los detenidos. La violencia fascista de la dictadura mostró, una vez más, su rostro más feroz.

3. El Consejo de Ministros del día 26 de septiembre de 1975, por unanimidad y pronunciamiento personal, ratificó las cinco sentencias de muerte y se conmutaron las de los militantes del PCE (m-l) y el FRAP: Manuel Blanco Chivite, VIadimiro Fernández, Concepción Tristán, María Jesús Dasca y Manuel Cañaveras.

4. Ante la ola de manifestaciones y protestas estatales e internacionales, de repulsa de estos crímenes, el 1 de Octubre 1975 un Franco balbuceante junto a Juan Carlos de Borbón salían al balcón del Palacio de Oriente a recibir los aplausos de los fascistas allí congregados. El dictador moría cuarenta días después y Juan Carlos era proclamado rey de la monarquía instaurada por Franco.

5. El Comité pro-Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) y posteriormente el FRAP, presido por Julio Álvarez del Vayo, era ante todo un marco político de carácter frentista, antifascista y republicano, que adecuó sus formas de lucha y autodefensa popular a las ofensivas represivas de la dictadura.

6. La llamada Ley de Amnistía de 1977, es la base sobre la que construyó el modelo de impunidad español de los crímenes de lesa humanidad y la vulneración permanente de los derechos humanos del nacional-catolicismo fascista español, y que pone en el mismo plano de igualdad a víctimas y verdugos.

7. El fascismo español ha sido denunciado en los procesos de Núremberg, en Naciones Unidas y por toda la legislación internacional sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad. Ratificado todo ello recientemente, por primera vez en sede judicial, por el juez Garzón.


8. La llamada Ley de la Memoria Histórica, la 52/07, es un simple maquillaje del modelo de impunidad construido en 1977. Una ley que deja fuera de la “memoria oficial” a los guerrilleros, luchadores por la Libertad y la República, a los niños secuestrados, robados a sus madres en las cárceles fascistas y entregadas a familias del régimen, a los que resistieron legítimamente al fascismo por todos los medios, que no anula las farsas de juicios de los tribunales ilegales del franquismo y otros aspectos no menos importantes de 40 años de violencia fascista.

9. Que es inadmisible que en 2009, todavía, la policía del estado español siga ratificándose en el carácter terrorista del FRAP basándose en una sentencia franquista y por tanto concediendo toda legalidad al sistema judicial de la dictadura.

Más allá de nuestros aciertos y errores, no renunciamos a nuestro pasado y presente antifascista y republicano. Ni aceptamos, ni nos resignamos a ser tratados de “terroristas”. Seguiremos, en el marco de esta democracia de baja intensidad y/o a nivel internacional, luchando por los principios democráticos de Verdad, Justicia y Reparación, contra la vulneración de los derechos humanos, contra las injustas sentencias de los tribunales militares y civiles, los crímenes de estado, las limitaciones de los derechos civiles, contra la tortura… aquí y en cualquier parte del mundo.
Estos actos, más allá de ser homenajes particulares lo son universales porque constituyen un reconocimiento a todos y todas las antifascistas del estado español, a todos y todas aquellas que dieron su vida por la libertad, a los asesinados en juicios farsa, a los esclavos y esclavas del fascismo, a los maquis, a los inmolados e inmoladas en los campos de exterminio nazis, a los que lucharon en las duras condiciones de clandestinidad contra el fascismo, en las cárceles, el exilio…, hasta la muerte del dictador y durante los “años de plomo” de la llamada Transición del régimen y sus cómplices “demócratas”. Y, desde luego, la denuncia de esa pirueta jurídica que califica a los militantes antifascistas que utilizaron todos los medios posibles para luchar contra la dictadura de “terroristas”.

En momentos como los actuales, donde un fascismo adaptado a las nuevas necesidades del capital, sigue siendo culpable de convulsiones económicas y políticas y retrocesos, gravísimos retrocesos, en los derechos sociales y democráticos conseguidos a través de la lucha, no sería vano recordar, que, pese a la “Transición” y a los “Pactos de la Moncloa”, los treinta y cinco años trascurridos, no nos han dado ni una sociedad más justa, ni los derechos de decisión, ni mayor grado de democracia, ni la ampliación substancial de los derechos participativos, ni la restitución de la legalidad republicana. Por tanto, la lucha por la ruptura democrática, bajo otras circunstancias políticas y organizativas, sigue vigente junto a su carácter antifascista.

Otro septiembre más, pese a los intentos de inducción a la amnesia colectiva y a la criminalización de la memoria de los últimas víctimas del franquismo, no olvidamos.

jueves, 1 de septiembre de 2011

SEPTIEMBRE


mmm…
Septiembre, mes que se me antoja evocador, cada vez que lo pronuncio su sabor a chocolate permanece en mi paladar largo tiempo.
Septiembre es uno de mis meses favoritos. Las calles que durante el verano han permanecido calladas, se convierten en bulliciosas arterias de nuevo.
La luz de los días cambia, el sol se torna más dorado que nunca haciendo madurar los pocos frutos que aún penden de los árboles, de esos mismos árboles mudarán sus hojas dejándonos una alfombra marrón tendida en las aceras.
Septiembre huele a libros nuevos, a reencuentros con los compañeros del colegio o del trabajo, tan añorados a veces en los meses de hastío. A padres forrando libros que acabarán destrozados a final de curso.
Septiembre es un mes renovador, nuevos colores, tendencias, pelo, ropa, zapatos, lecturas… Guardamos bikinis y camisetas coloristas para teñir el armario en tonos del otoño: grises, marrones, negros…
Septiembre es un mes ordenado, en el que estrenamos agendas en las que apuntaremos todas las actividades hechas y las que quedarán por hacer. Vuelven los horarios, madrugones y rutinas. Las mañanas frescas, los días más cortos, lluvias repentinas que pillan por sorpresa, quioscos llenos de nuevos fascículos de colecciones interminables, nuevos propósitos para el nuevo curso…
Septiembre es la parada donde volvemos a montarnos en el tren de las vidas que dejamos en el bochornoso agosto para tomar un respiro.

¿Qué sorpresas nos traerá Septiembre?