miércoles, 13 de abril de 2011

Soñando con la República

  • República, república siempre, la forma de gobierno más conforme con la evolución natural de los pueblos.

Hoy  celebramos que un 14 de abril de hace ya 80 años, se proclamo en España la II República, abriéndose el periodo más democrático, progresista y moderno de la historia de nuestro país.
Hoy más que nunca vemos que conmemorar la II República, no es un acto nostálgico de recuerdo del pasado. Conmemorar la II República, es un deber moral con aquellos que dieron su vida por la libertad y la democracia republicana.
Conmemorar la II República, es la reivindicación de nuestra historia, es mirar al futuro con ilusión y esperanza, es el momento  de tomar conciencia de la necesidad de avanzar en la consolidación de un potente movimiento republicano que sea una alternativa real al actual sistema monárquico, que no es solo el cambio del Rey por un Presidente/a de la III República, sino el desarrollo de lo que venimos denominado Democracia Republicana.
A pesar de no haber vivido esa época, no puedo sino imaginar esos días de República, bajo la intensa luz del sol de Madrid.
Imaginar, por ejemplo la vida en la Residencia de Estudiantes donde unos jóvenes, Federico García Lorca, Salvador Dalí, Luís Buñuel, o Severo Ochoa se creaban en un ambiente intelectual y de convivencia entre amigos.                  
Las charlas políticas, sociales en los pequeños cafés del centro, llenos de humo y ansias de libertad.
Saborear las primeras palabras de Clara Campoamor, gran defensora de los derechos de la mujer y que, sola, consiguió el voto femenino en España con el respaldo de un pleno que aún dudaba de la coherencia de la mujer.
Quizá sea hoy el momento de crear una nueva República, una forma de gobierno más madura y sólida que entonces, sin fisuras entre los partidos, basándonos siempre en los principios que los grandes maestros de la Segunda República inculcaban con fervor entre sus alumnos: libertad, autonomía, solidaridad y civilidad.
Hoy más que nunca doy las gracias a todos los que murieron defendiendo nuestros ideales, aquellos que aún después de tantos años no podemos olvidar, muchos todavía en las cunetas, pero siempre en nuestra memoria.
 

"Para la libertad", Miguel Hernández

EL HERIDO

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

MIGUEL HERNÁNDEZ, El hombre acecha, (1938-39)

2 comentarios:

  1. Un grandioso poema que Serrat popularizó y que conviene siempre tener en la memoria. Gracias

    Salud y poesía

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