Y sobre la mesa aún sin escribir, espera el cuaderno púrpura que me regalaste.
Está cerrado, y en el centro como tú lo dejaste.
Temo ver la soledad de las hojas en blanco, y no me atrevo a ensuciar con mis letras este bello paisaje de naturaleza muerta, o viva, y la muerta soy yo; rodeada de objetos que me recuerdan a ti.
Sentada en tu silla del escritorio, espero impaciente el sonido de la puerta que me avise tu llegada. Pero pasan las horas y la puerta sigue cerrada. Quizá nunca me resigne a tu partida, porque creo que te has quedado un poco conmigo, o soy yo la que se he marchado a tu lado.
♥Love your blog♥
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